Cómo se realiza el blanqueamiento dental

La blancura de dientes tiene factor genético, hay personas que tienen los dientes más blancos que otros. Pero además la higiene bucal para mantener el buen estado de los dientes es fundamental. Hay sustancias como el tabaco o bebidas como el café y el vino que pueden oscurecer la dentadura y producir manchas superficiales en los dientes que, en general con una buena higiene bucal y limpieza dental se eliminan.

Otro caso son las tinciones internas, los dientes se tiñen en profundidad por vía sanguínea, con frecuencia producidos por medicamentos o tratamientos antibióticos que se daban antes. Para blanquear los dientes hay tratamientos de blanqueamiento dental con peróxido de hidrógeno y peróxido de carbamida, un producto blanqueante que se activa con el calor que emite la luz aplicada a cada diente. El tratamiento dura alrededor de una hora y el resultado e intensidad dependerá de cada persona. Es muy importante que sea un profesional quién aconseje el tratamiento adecuado según el estado de los dientes de cada persona y acudir siempre en clínicas especializadas.

Pero, ¿qué pasa cuando el tener los dientes blancos se convierte en una obsesión? Es la blancorexia. Cuidar la higiene bucal es muy importante. Pero, ¿que pasa cuando tener los dientes blancos se convierte en una obsesión? Es la blancorexia. El uso inadecuado y abusivo de productos y tratamientos blanqueadores sin recomendación médica puede producir efectos secundarios derivados como hipersensibilidad dental e irritación gingival, incluso alteración de sabores o grietas en dientes.

En cualquier caso, una revisión periódica con el dentista es fundamental para comprobar la salud dental.