Cuando nos aplicamos la base de maquillaje nuestro principal objetivo es conseguir un acabado natural, un efecto de "segunda piel" o "no make up". Sin embargo, no se siempre se consigue obtener ese resultado de "skin nude", ya sea por una mala aplicación, una base inadecuada para tu tipo de piel o por desconocimiento.
Como pasos previos, tienes que saber que cualquier base de maquillaje se aplica siempre con la cara limpia, hidratada y humedecida con un primer o pre-base, ya que así conseguirás que tu piel este lista para recibir cualquier tipo de base sin que se rompa, acartone o seque en exceso.
Cómo conseguir un acabado natural
Para conseguir un acabado natural es importantísimo utilizar una base de maquillaje que se adecúe a tu tipo de piel y que sea ligera. También es fundamental limpiarla, hidratarla y prepararla con un primer o pre-base. Procura que tus herramientas, es decir tus esponjas o brochas, estén siempre limpias.
La limpieza facial es fundamental para que la base de maquillaje se asiente y quede natural.
El primer paso para conseguir que tu base de maquillaje luzca natural y con ese efecto "nude" es muy importante preparar la piel para el maquillaje. Y para prepararla correctamente, debes conocer cuál es tu tipo de piel. Por ejemplo, si tienes la piel grasa utiliza una hidratante que no contenga aceites antes de aplicar tu base.
1. Limpia, exfolia e hidrata tu piel
Con la limpieza eliminas todas las impurezas y restos de productos. La exfoliación se realiza una vez a la semana, por lo que no lo hagas todos los días para maquillarte. Hidrata tu rostro a diario, tanto por la mañana como por la noche. Con la hidratación conseguimos humectar la piel y prepararla para recibir mejor el maquillaje.
2. Utiliza un humectante facial
Si tu base contiene factor protección, mucho mejor. Si no es así, aplica una crema solar tras la hidratación. Con esta capa protectora preparamos nuestra piel para hacer frente a toda la polución ambiental.
También puedes humectar la piel con aceites cosméticos o primers. Los aceites cosméticos controlan la oleosidad de la piel. Tras limpiar tu rostro, hidratarla y aplicar el primer o pre-base, deja que los productos reposen y sean absorbidos. Así no se entremezclarán con tu base de maquillaje.
3. Cubre los poros con un primer
Cubrir los poros antes de aplicar la base de maquillaje es un paso imprescindible para conseguir un acabado natural y sin grumos. Para ello puedes optar por un primer matificante o una pre-base que rellena las líneas de expresión. La forma correcta de aplicación para cerrar poros abiertos es haciendo toquecitos que empujen el producto hacia los poros. Como decimos, lo que buscamos es rellenar los poros y que la base no se introduzca en ellos.

Las bases líquidas es mejor aplicarlas con una brocha, no con una esponja.
1. Con las manos
Es la opción favorita de los maquilladores profesionales y la que mejor resultado aporta si quieres conseguir una tex impecable y no recargada. Al utilizar las manos te aseguras de aplicar la cantidad adecuada y de que se reparta bien por todo tu rostro.
Para aplicar la base de maquillaje con las manos te recomendamos echar unas gotas sobre la muñera y después comenzar a aplicarlo en tu rostro, siempre comenzando desde el centro hacía afuera. Difumina el maquillaje con las yemas de los dedos y con pequeños golpecitos. Con esta técnica se consigue aplicar la cantidad exacta de base que necesita tu rostro.
Por supuesto, esta técnica no es válida para todas las bases. Funcionará mejor con bases que son fluidas.

2. Con una esponja
Si tu base de maquillaje es siliconada, lo mejor es que lo apliques con una esponja de maquillaje. Te recomendamos aplicar la base sobre la mano o después sobre la piel. Con la ayuda de una esponja o tu beauty blender aplica la base con toquecitos suaves por todo el rostro. Procura no arrastrar el maquillaje por la cara, hazlo siempre con toques suaves y ligeros de forma des cobertura a todo el rostro.
Nunca deslices o arrastres el producto hacía los lados, ya que no conseguirás ese acabado natural.
3. Con una brocha
Si tu base de maquillaje es líquida o acuosa, es decir a base de agua, nunca la apliques sobre tu piel con una esponja de maquillaje, ya que ésta la absorbería antes de llegar a tu rostro.
Lo mejor para aplicar una base de maquillaje líquida es utilizar una brocha de cabeza ligeramente ancha y hacerlo con toques muy suaves, sin arrastrar el maquillaje, sino estampando la brocha sobre la piel del rostro. Con esto conseguiremos un acabado natural.
Para una base líquida también puedes utilizar una artist brushed, ya que son perfectas para estampar el maquillaje sobre la piel sin absorber el maquillaje.

Corrector para cubrir las imperfecciones
Si han quedado manchitas sobre tu piel, utiliza un corrector (con o sin color) de cobertura ligera. Aplica el corrector sobre las zonas con imperfecciones y difumina con suaves pinceladas o con los dedos dando toquecitos muy ligeros.
Sella la base
Para sellar la base puedes optar por polvos selladores, pero ¡cuidado!, no excedas en la cantidad. Huye también de los polvos con color o polvos de tipo cobertura, pues añadir más color o cobertura hará que tu piel se acartone o agriete.