Comenzaremos el trabajo dibujando la forma que va a tener la lona plastificada. Para eso, nos ayudaremos de una plantilla. Marcamos también la posición de la puerta y señalamos los puntos en los que haremos los ollaos.
A continuación, cortamos las piezas de plástico, utilizando unas tijeras. En el caso de la pieza más grande, dejaremos un margen en todo el perímetro para poder hacer un dobladillo, sin problemas. La finalidad del pliegue es reforzar el borde de la lona, ya que al atarla tiraremos de ella y sino, se rompería con facilidad.
Aplicamos adhesivo de montaje en las zonas de unión y hacemos el dobladillo, procurando que tenga la misma anchura en todo el borde. A medida que vamos pegando la tela, pondremos algo, cinta adhesiva por ejemplo, para presionar las uniones, hasta que el producto se endurezca. Sino, podemos trabajar por tramos y usar este mismo adhesivo como cola de contacto. Es decir, damos el producto en la tela, la doblamos y ejercemos presión para que el adhesivo se impregne bien. Acto seguido, soltamos el pliegue y transcurrido el tiempo de secado que indica el fabricante, fijamos definitivamente el dobladillo.
Pegamos también los suplementos y realizamos los agujeros para los ollaos. Para hacer los orificios utilizaremos un sacabocados y el martillo.
Una vez que hayamos hecho todos los agujeros necesarios, colocamos sobre un mártir el anillo, el ollao, la tela y la arandela, en ese orden…. y dando unos golpecitos, embutimos el primer anillo. De la misma manera, instalamos el resto de ollaos.
Vamos ahora con la decoración de la lona. Trazamos el dibujo, bien con una plantilla o bien a mano alzada, nos ponemos unos guantes de látex y aplicamos una pintura al agua, en nuestro caso de color marrón, empleando una paletina.
Lo siguiente que haremos es aplicar un barniz tinte, adecuado para el exterior, en las piezas de pino, con la ayuda de la paletina. Gracias a este producto, además de decorar las piezas, las protegeremos de la humedad y los agentes externos.
Después, cortamos las piezas metálicas que necesitamos para unir los listones entre sí. Para hacer los cortes, utilizaremos la sierra de calar provista de una hoja especial para metal.
Cuando el barniz se haya secado, introducimos dos listones en un cuadradillo y los sujetamos con tirafondos.
Después de preparar todos los palos, unimos los tres primeros con una cuerda resistente y montamos un trípode.
A continuación, colocamos el resto de los listones, atándolos también con el cordel, hasta completar la estructura. Al poner cada palo, damos una vuelta de cuerda.
Ya podemos colocar la loneta, amarrarla al armazón e insertar los tubillones en los ollaos.
Es el turno del linning, es decir, la cámara de aire que posee un tipi en lo alto de la estructura. Añadimos los dos listones que nos permitirán abrir y cerrar la parte superior del tipi y por último, fijamos la tela en el suelo con unas clavijas.
Con este sencillo tipi hemos creado un lugar de encuentro maravilloso, donde podremos disfrutar de momentos muy agradables al aire libre. Con la llegada del buen tiempo, podremos pasar veladas inolvidables con la familia o los amigos, en un entorno único.