Por poner un ejemplo. Controlar la profundidad del taladro puede resultar importante a la hora de perforar tabiques, maderas finas o para hacer varios taladros iguales. En otras ocasiones, será fundamental conocer el ángulo de entrada del taladro.
En el mercado existen accesorios que podemos fijarlos a la taladradora y que permiten regular el ángulo o la longitud de penetración del taladro. Además, existen trucos con los que obtendremos el mismo resultado utilizando objetos fáciles de encontrar en nuestro hogar.
A continuación, os enseñaremos algunos trucos para taladrar con la mayor eficacia posible:
En primer lugar, señalar que existe un accesorio que regula la profundidad del taladro. En el caso de que no lo tengamos, podremos utilizar como guía un trocito de cinta adhesiva de color o una simple goma elástica colocada en la broca.
Con el objetivo de realizar varios agujeros en la pared que tengan la misma profundidad, podemos hacer un tope sujetando a la estructura de la máquina un listón de madera o una varilla.
Gracias a la tapa de una caja de quesitos o un embudo elaborado con una cartulina, evitaremos que el polvo que cae al taladrar el techo se introduzca en nuestros ojos y ensuciemos el suelo.
Para hacer un taladro vertical, sin el soporte, se puede usar una escuadra para comprobar el ángulo de entrada.
En el caso de que coloquemos una arandela en la boca y permanezca en el centro de ésta, significa que el taladro es horizontal. Si cae, deberemos enderezar la taladradora.
Es muy complejo taladrar superficies esmaltadas o muy pulidas ya que la broca patina. Para evitarlo, es conveniente hacer una muesca con un punzón o usar una tira de esparadrapo.