En primer lugar, tendremos que escoger una manilla en la que encajen perfectamente nuestros paraguas.
Una vez que hayamos adquirido el tirador adecuado, ya podremos fijarlo en un lateral del armario. Presentamos el accesorio, marcamos los puntos de fijación y hacemos unos agujeros pasantes.
A continuación, presentamos el tirador y lo fijamos con sus correspondientes tirafondos. Para hacer esta tarea, emplearemos una punta adecuada al tamaño y la forma de la cabeza del tornillo.
En caso de que no queramos que las cabezas de los tornillos queden a la vista, podemos fijar la manilla en el interior del mueble de la siguiente manera: en primer lugar, hacemos unos orificios ciegos en el lateral del armario.
Después, enroscamos los tornillos en el tirador y cortamos las cabezas con la ayuda de un alicate.
Aplicamos adhesivo universal extra-fuerte en las varillas.
Después introducimos los tornillos en los agujeros que hemos hecho en el mueble. Cuando el producto haya hecho su trabajo, podremos almacenar los paraguas sin ningún problema.
Dándole esta nueva función a un simple tirador hemos conseguido un práctico colgador para que los paraguas no vuelvan a ponerse en medio, cuando abramos las puertas de nuestro armario.