Antes de instalar la caja debemos comprobar que el tabique en el que vamos a colocarla es el adecuado. Os aconsejamos que sea un tabique tambor, la pared más gruesa de la casa, o un muro de carga, que da al exterior. Para saber la anchura de la pared haremos un agujero e introduciremos una varilla para saber qué fondo tenemos.
Presentamos en la pared una plantilla de cartón o cartulina con la forma de la caja, a la que hemos dado un margen de 10 centímetros más por cada lado, y marcamos la silueta con una tiza. Es aconsejable pasar previamente un detector de metales por la pared para comprobar si hay algún cable o tubería.
También tendremos en cuenta que la caja de seguridad tiene una puerta y que para abrirla deberemos evitar obstáculos o paredes cercanas. Ya tenemos delimitada la zona que vamos a vaciar. Para realizar esta tarea podemos optar por hacerlo de forma manual, con cincel y martillo.
O bien con una herramienta electrónica, como este martillo perforador al que acoplaremos un cincel. De esta forma realizaremos la tarea en menos tiempo. Nos pondremos unas gafas de seguridad y unos guantes y trabajaremos desde el centro hacia los extremos. A la hora de hacer el vaciado sólo tocaremos el primer tabique.
Una vez hecho el hueco vamos a colocar el cuerpo de la caja. Primero tendremos que dar una imprimación de látex sobre la estructura de la caja para que luego el mortero agarre bien en el metal.
Introducimos el cuerpo de la caja en el hueco de la pared y la calzamos colocando en la parte frontal unos listones de madera, a modo de guía, para enrasar la caja. Clavamos los listones en la pared con un martillo y unas puntas de acero.
A continuación, levantamos el cuerpo de la caja para calzarlo y dejar el mismo hueco en los cuatro lados. Ponemos dos tacos en la base de la caja y en la parte superior sujetamos la estructura a los dos listones con unas mordazas.
Después de comprobar que el cuerpo está a nivel, colocamos unas varillas metálicas corrugadas, concretamente una en cada lado, que sujetaremos a la caja con unos trozos de masilla extra fuerte.
También pondremos una red o malla metálica y luego el mortero para que todo ello forme un bloque y los cacos lo tengan difícil. Con la red metálica, de la que pondremos unas piezas en los cuatro lados, reforzaremos todo el bloque.
Con una brocha humedecemos la zona en la que vamos a aplicar el mortero para que agarre bien en el ladrillo. Usaremos un mortero de fraguado rápido, por eso os aconsejamos trabajar en pequeñas cantidades para no desaprovechar producto.
Rellenamos todos los huecos con el mortero y una vez haya fraguado retiramos los listones y repasamos la zona con la lijadora orbital. Luego aplicamos una masilla de relleno directamente en la pared extendiéndola con una espátula.
Después de dar color a la pared con un rodillo de espuma y esperar a que la pintura se haya secado, quitamos los tirafondos y retiramos la tapa protectora de la caja.
Finalizaremos uniendo la puerta al cuerpo de la caja con seis tornillos que vienen con la propia caja y que fijaremos desde el interior de la misma con una llave allen. Así, hemos terminado de instalar la caja de seguridad, que quedará perfectamente enrasada con la pared.
Gracias a este trabajo que hemos visto paso a paso, hemos logrado instalar una caja fuerte en la pared.