Tomando como referencia el marco de la ventana y la distancia para librar la manilla de apertura, presentamos el soporte del panel en el techo y marcamos los puntos de fijación.
Como nuestro techo es de placas de yeso laminado, hacemos los orificios con el taladro y una broca de widia e introducimos unos tacos adecuados para este tipo de material.
Fijamos las levas del soporte al techo, encajamos el perfil y giramos las levas un cuarto de vuelta, asegurándonos que han fijado correctamente el perfil.
Después fijamos el tejido en el porta-telas, corrigiendo mediante el cierre de cardillo la inclinación final del tejido, compensando las posibles desviaciones del techo, de instalación y de corte.
Introducimos los contrapesos en los bajos de cada pieza de tejido y el panel japonés estará listo para su utilización.
De esta forma, habremos conseguido crear un ambiente único y personal en nuestra estancia.