Gracias a los vinilos decorativos podemos darle un toque personal a la decoración. En este caso hemos decorado un sencillo espejo.
Lo primero que debemos hacer es limpiar bien toda la superficie sobre la que vamos a trabajar con un trapo. Es conveniente que la tela o el paño que usemos este seco, ya que el empleo de cualquier producto podría perjudicar la adherencia del vinilo.
A continuación, hacemos un planteamiento de los adhesivos que queremos colocar, para señalar la posición de las pegatinas en la superficie. Para hacer las marcas en el espejo utilizaremos un lápiz de cera.
En las tiendas de bricolaje encontraremos una gran variedad de pegatinas decorativas, en diferentes tamaños y con distintos motivos, de modo que podremos escoger el modelo que más nos guste o mejor se adapte a la decoración de la estancia.
Retiramos el plástico protector de los motivos y los presentamos en su lugar.
Después, presionamos suavemente con una espátula de goma para que las pegatinas queden bien adheridas.
A medida que vamos colocando las piezas, retiramos la película plástica transparente.
De esta forma tan rápida y original, hemos conseguido dar un toque decorativo muy personal a estos espejos.