En primer lugar, marcamos y cortamos la tabla de madera, con la sierra de calar y una hoja para madera.
A continuación, preparamos la plantilla con cuadrículas que nos servirá de guía para insertar el clavo con el que marcaremos las letras. Los cuadrados nos ayudarán a mantener la misma distancia entre los agujeros.
Presentamos la plantilla en la pieza de madera, la sujetamos con unas tiras de cinta adhesiva y hacemos los agujeros, ayudándonos de un clavo y el martillo.
Una vez que hayamos marcado los orificios necesarios, retiramos la plantilla y repasamos suavemente la superficie con la lijadora provista de una hoja de lija de grano medio.
Limpiamos el polvo producido y terminamos el trabajo, destacando el contorno de las letras con un rotulador.
Ya tenemos nuestro panel decorativo listo para lucir en cualquier pared de casa. Seguro que no pasará desapercibido.