Marcamos y cortamos las cuatro piezas de madera con las que haremos el bastidor. Para cortarlas, utilizaremos la sierra de calar provista de una hoja para madera.
A continuación, alineamos los listones con la escuadra, y con la ayuda de un gramil marcamos la posición de las horquillas y las espigas con las que uniremos las piezas. Cortamos y hacemos el vaciado de las cajas utilizando de nuevo la sierra de calar y la hoja para madera.
Aplicamos adhesivo de montaje en las uniones y encajamos las piezas con una maza de madera.
Una vez montado el bastidor, realizamos dos orificios en cada ángulo del mismo e introducimos unos tubillones para reforzar las uniones.
Cortamos los extremos de los tubillones para que no sobresalgan de la estructura de madera.
Cortamos, también, los extremos de los junquillos a 45º y los colocamos en todo el perímetro del bastidor, fijándolos con adhesivo de montaje. Los junquillos nos van a servir para tensar el lienzo.
A continuación, repasamos bien toda la superficie del bastidor con la lijadora.
Extendemos el lienzo sobre el bastidor, lo tensamos y grapamos la tela.
Marcamos y cortamos, con los extremos a 45º, las piezas con las que haremos el marco.
Unimos las piezas con adhesivo de montaje y amarramos provisionalmente las uniones con unas tiras de cinta adhesiva.
Cuando el adhesivo se haya secado, retiramos la cinta adhesiva y colocamos el lienzo con el bastidor en el marco, fijándolo con unos clavos.
De esta manera tan sencilla y divertida, habremos construido un bastidor para lienzo. Ahora, sólo nos quedará poner el cuadro en la pared de algún rincón de nuestra casa para que brille con luz propia.