Después de comprobar que el suelo está a nivel, limpio y seco, comenzaremos a forrarlo con unas tiras de espuma de polietileno para aislarlo acústica y térmicamente. Si la superficie no está plana, aplicaremos primero una pasta niveladora para igualarla.
Cortamos varias tiras de espuma de polietileno y las colocamos, casando bien unas con otras y montándolas, en los extremos, unos 10 cm sobre la pared. En las uniones de las piezas de espuma ponemos unas tiras de cinta adhesiva para sellarlas.
A continuación, empezamos a colocar las lamas de madera por un extremo de la habitación, dejando un margen o junta de dilatación de 15 mm en todo el perímetro. Para mantener la junta siempre a la misma medida utilizaremos unas cuñas.
En la primera pieza nosotros tendremos que realizar un rebaje de 1 cm, puesto que el margen respecto al marco de la puerta y el suelo de la habitación contigua deberá ser superior a 15 mm.
Después de medir, con la sierra de calar, cortamos la pieza y la colocamos, manteniendo la junta de dilatación.
A continuación, colocaremos la segunda pieza. Con la ayuda de la falsa escuadra tomaremos las medidas pertinentes, marcamos y cortamos.
Gracias al sistema de clic, unimos las dos piezas sin necesidad de usar ningún tipo de adherente.
Como con esta pieza llegamos casi hasta la pared, no podremos usar un taco para encajarla bien con la anterior, así que emplearemos una palanqueta.
Colocamos la segunda hilera encajando las piezas utilizando el sistema de machihembrado: para que la estructura sea más resistente, evitaremos que coincidan las uniones de una fila con otra.
Procediendo de la misma manera, seguimos poniendo más hileras de tarima hasta cubrir todo el suelo de la estancia.
Una vez colocada la tarima en toda la habitación, podemos retirar las cuñas y colocar los zócalos, cuyos extremos cortaremos en ángulo de 45º.
Para fijar las piezas del rodapié en la pared aplicaremos un poco de adhesivo de montaje en la parte posterior de las mismas. Así, la junta de dilatación quedará cubierta.
Para finalizar, extenderemos directamente sobre la tarima un producto para conservar la madera.
De esta manera, habremos terminado nuestra tarea obteniendo un excelente resultado. Ya sabemos cómo colocar una tarima flotante.