En primer lugar, medimos la pared donde queremos instalar la caseta para calcular sus medidas. A continuación, marcamos las líneas de corte en el tablero.
Con la sierra circular y un disco para madera, cortamos las piezas. Para trabajar con mayor comodidad, sujetaremos el tablero a la mesa con unas mordazas. Los cortes de la pieza del suelo y el extremo inferior de los laterales serán rectos. El extremo superior de las paredes, sin embargo tendrán una inclinación de 45º, ya que las dos piezas del tejado forman 90º.
Vamos ahora con el canteado. Presentamos una cinta de cantear ligeramente más ancha que el canto de las piezas que componen el tejado, aplicamos calor con la plancha en posición algodón y pasamos un taco de madera para que se adhiera bien y no se formen burbujas de aire.
Una vez que hayamos retirado el sobrante, colocamos las piezas en el suelo, las sujetamos con escuadras y las unimos con tirafondos.
El siguiente paso consiste en marcar los puntos de fijación en la pared y hacer unos agujeros, con el taladro en posición de percusión y una broca de widia del diámetro adecuado. En este caso, de Ø 6 mm.
Insertamos los tacos de expansión a golpe de martillo y sujetamos la caseta a la pared mediante unas escuadras metálicas que irán atornilladas a ambos soportes.
Con la estructura perfectamente sujeta, hacemos el agujero para pasar el cable de la lámpara. Para hacer este trabajo sustituiremos la punta por una broca-pala de Ø 12 mm.
El siguiente paso será atornillar las placas de plástico que imitan las tejas.
Después, montamos los módulos que hemos escogido según el tamaño y la distribución que queramos darle al ropero, siguiendo las indicaciones del fabricante.
Los ponemos en el interior del armario y colocamos la barra para las perchas, fijando sus correspondientes soportes con tirafondos.
Remataremos nuestro trabajo instalando una bonita lámpara decorativa. Hacemos las conexiones eléctricas, fijamos la lámpara a la pared y por último, colocamos la bombilla.
Y, ¡Éste es el resultado! Un armario infantil, con forma de caseta, que nos permitirá tener toda la ropa de los peques perfectamente ordenada y siempre a mano. Además, la habitación cobra mucho carácter; este tipo de muebles, nos ayudan a decorar y personalizar diferentes espacios infantiles.