Lo primero que deberemos hacer es calcular la superficie que ocupará nuestra escalera. Para ello vamos a colocar un cordel que irá desde la entrada al altillo hasta el suelo.
Marcamos los ángulos en unas tablillas, las recortamos y ya tenemos las plantillas que transportaremos directamente sobre las vigas.
Después cortamos la testa, la base y la punta obteniendo así los dos largueros.
Para completarlos, marcamos los puntos en los que colocaremos cada uno de los peldaños.
Realizamos unos rebajes con la fresadora del grosor de los peldaños.A continuación cambiamos la fresa por otra de media caña que nos permitirá rematar bien el canto del tablero.
A continuación cambiamos la fresa por otra de media caña que nos permitirá rematar bien el canto del tablero.
Después, con la sierra circular cortamos todos los peldaños.
Para poder unir todas las piezas necesitamos realizar unos orificios en la cara exterior de los largueros con el taladro y una broca fresa.
Lijaremos suavemente por las ranuras y a continuación aplicaremos cola para madera en los rebajes de uno de los largueros.
Introducimos los peldaños y los fijamos con tirafondos por los orificios laterales.
Rematamos introduciendo un tubillón de madera que pegamos con cola blanca. Hacemos lo mismo con el otro larguero.
Lijamos toda la escalera incidiendo especialmente en los tubillones. De esta manera ayudaremos a que se disimulen.
Aplicamos una mano de barniz incoloro por toda la madera. Aplicaremos el barniz siguiendo la veta de la madera.
Por último fijamos la escalera a la pared con los tirafondos del tamaño adecuado.
Ya tenemos la escalera de madera lista para ser usada. Gracias a este trabajo, podremos subir y bajar al altillo con comodidad y de manera segura.