De un tablero de roble cortamos con la sierra circular dos piezas que servirán como balda y colgador para nuestro perchero.
Para poder colgar las perchas necesitamos realizar unos orificios con el taladro de columna y una broca fresa.
Las patas las creamos partiendo de listones de pino a modo de caballetes. Para ello marcamos los ángulos.
Con la sierra de calar realizamos los cortes. Aprovechamos para hacer también las muescas en las que se apoyará el travesaño principal.
Y para que este travesaño quede bien fijo a las patas realizaremos además unos orificios pasantes.
A continuación lijamos bien todas las piezas y las limpiamos para quitar todo el polvo que se haya producido.
El siguiente paso será pintar el perchero. Marcamos una línea en las patas con cinta de carrocero y pintamos con esmalte blanco la zona que hemos delimitado.
El resto se mantendrá con el color natural de la madera, aunque para resaltar la veta y proteger el mueble aplicaremos barniz incoloro.
Ya podemos montar la estructura a modo de caballete. Fijamos primero con tirafondos unos pequeños listones en la parte baja de las patas.
A continuación colocamos el travesaño superior y lo unimos con tornillos de cabeza de champiñón.
Para terminar el trabajo, colocamos una balda apoyada en los listones.
Ya tenemos el trabajo terminado. Hemos logrado un bonito perchero burro de madera para colocar tanto en la entrada del hogar como en el dormitorio o vestidor.