Lo primero que tendremos que hacer es tomar las medidas del armario para cortar las dos puertas. A la altura le quitaremos 3 cm para poder encajar las puertas en los carriles; en cuanto a la anchura, no olvidéis que cada puerta deberá ser un poco más ancha que lo que es la mitad del armario, ya que se tendrán que solapar.
Teniendo en cuenta estas medidas, cortamos las dos puertas. Para realizar este trabajo utilizaremos la sierra circular.
Una vez cortadas las dos puertas, vamos a colocarles unos perfiles metálicos en los laterales para tapar el canto del aglomerado y para que nos sirvan como tirador. Presentamos el perfil en las puertas y marcamos las cuatro piezas a la medida que necesitemos.
Cortaremos las piezas utilizando la sierra de calar y una hoja para metal. Para no dañar el metal mientras realicemos el corte, no retiraremos el plástico protector.
Ya podemos fijar los perfiles metálicos a los cantos de aglomerado. Aplicamos adhesivo en el interior de los perfiles y los encajamos en las puertas. Nos ayudaremos con una maza de madera y un mártir.
A continuación, marcamos y cortamos los carriles sobre los que irán las puertas a la medida que necesitemos.
Señalamos los puntos necesarios y, con la ayuda del taladro atornillador, hacemos los orificios en los carriles para fijarlos en la parte superior y en la inferior del armario. Sustituimos la broca por una avellanadora y avellanamos todos los orificios a fin de que las cabezas de los tirafondos queden embutidas.
Colocamos el carril inferior en el armario, bien enrasado con el borde y dejando un pequeño margen hacia el interior, y lo atornillamos con unos tirafondos.
En la parte superior fijamos el carril también. Hacemos los agujeros en el techo, introducimos unos tacos y, después de presentar el carril, lo tirafondeamos.
Tenemos que colocar cuatro herrajes en la cara interna de cada puerta: los herrajes con ruedas pequeñas los colocaremos en la parte superior de las puertas correderas y los que llevan ruedas grandes en la inferior. Presentamos los herrajes en su posición y los fijamos con unos tirafondos.
Luego, introducimos las puertas en los carriles y ajustamos las ruedas con un destornillador para equilibrarlas.
Tras ajustar las ruedas, comprobamos que ambas puertas funcionan correctamente. De este modo, ya tenemos nuestra puertas correderas para armario completas. Ahora, sólo nos quedará colocar la ropa a nuestro gusto.