Antes de empezar a trabajar, cortamos la corriente eléctrica para evitar posibles accidentes.
Presentamos el aplique en la pared, lo nivelamos y marcamos los puntos de fijación.
Con el taladro en posición de percusión y una broca de widia del diámetro adecuado, hacemos los orificios.
Insertamos los tacos de nailon y hacemos las conexiones eléctricas, introduciendo cada cable en su correspondiente borne.
A continuación, colocamos la luminaria en su posición y la sujetamos con sus correspondientes tirafondos.
Después de enroscar la bombilla, retiramos el plástico protector y ponemos la pantalla.
Otra de las ventajas de esta luminaria es que, simplemente cambiando el cristal, conseguiremos tener un elemento decorativo nuevo en el recibidor, en este caso.
Gracias a este aplique, además de iluminar el recibidor, hemos adornado la pared con un cuadro retroiluminado muy original.