Pintura decorativa

Una forma fácil y económica de modificar la decoración de una estancia es, sin duda, el uso de la pintura. Podemos pintar las paredes de una habitación de otro color, combinar distintos tonos o realizar sugerentes contrastes, jugando también con muebles u otros objetos.

En este briconsejo, vamos a cambiar la decoración de este salón, empleando dos tonos diferentes de pintura: el rosa y el azul pastel.

Paso a paso para utilizar pintura decorativa en el salón

Paso 1
Empezaremos pintando una de las paredes de este salón de azul. Protegemos todo aquello que no queremos manchar con plástico o papel.

Paso 2
Después retiramos las bases de enchufe o interruptores que podamos tener en la superficie sobre la que vamos a trabajar.

Paso 3
Comenzamos a pintar: recortamos alrededor de los mecanismos y en las zonas de unión, con una brocha adecuada para este tipo de tarea.

Paso 4
A continuación, cargamos el rodillo y lo escurrimos en la rejilla que trae el propio envase.

Paso 5
Como la superficie es lisa, utilizaremos un rodillo de pelo-corto y un mango telescópico que nos ayudará a pintar cómodamente la parte superior de la pared.

Paso 6
En superficies irregulares, en cambio, es mejor usar un rodillo de pelo largo.

Paso 7
Según la intensidad de color que queramos obtener, daremos una o varias manos de pintura, respetando el tiempo de secado que nos indica el fabricante.

Paso 8
Para aplicar el producto, en este caso de un tono azul pastel, en un mueble, emplearemos una sencilla paletina.

Paso 9
Con el rosa aportamos un toque de sofisticación y romanticismo a la estancia.

Paso 10
Mientras que el azul nos recuerda al cielo despejado, provocando una sensación de calma y serenidad.

Paso 11
El contraste de estos dos tonos junto a colores más neutros, consigue un ambiente tranquilo, de armonía… y además, aumenta la sensación de espacio.

Paso 12
Una opción decorativa muy interesante para actualizar nuestro hogar cara a la primavera.