Paso a paso para arreglar un aplique o pieza de cerámica:
Paso 1
Comenzaremos el trabajo comprobando los desperfectos y si tenemos alguna pieza que se pueda recuperar, la pegaremos con un adhesivo extra-fuerte. Este pegamento multiusos garantiza uniones duraderas en todo tipo de materiales.
Paso 2
Para reforzar la unión, colocaremos unas tiras de cinta adhesiva.
Paso 3
A continuación, prepararemos la masilla reparadora con la que vamos a reconstruir lo que falta. No protegemos las manos con unos guantes de látex y amasamos el producto con los dedos, hasta que la mezcla tenga un color homogéneo.
Paso 4
Aplicamos la masilla directamente en la superficie a reparar, le damos forma y con el producto aún fresco, damos unos golpecitos con el pincel, para conseguir el mismo acabado irregular que el resto de la pieza.
Paso 5
Cuando la masilla se haya endurecido, igualamos el canto superior de la pantalla pasando la lijadora.
Paso 6
Después, retiramos el polvo que se haya producido con un papel humedecido en alcohol.
Paso 7
Para terminar, daremos en la zona reparada un esmalte acrílico del mismo color que el resto de la pantalla, de manera que quede totalmente integrada.
Paso 8
Una vez seca la pintura sólo nos quedará volver a instalar el aplique en la pared.
Paso 9
De esta manera tan fácil y rápida, hemos conseguido dejar el aplique como el primer día