Después de retirar la balda del mueble, tomamos bien las medidas y las transportamos al tablero con el que vamos a crear el nuevo apoyo; en nuestro caso, con forma cuadrada.
Utilizando la sierra de calar y una hoja para madera, cortamos la pieza de contrachapado, especial para la intemperie, siguiendo con cuidado la línea trazada.
Pasamos suavemente una lija de grano fino y retiramos el polvo producido. Lijamos también las patas.
Aunque el contrachapado que estamos empleando es hidrófugo, vamos a reforzar su protección aplicando una pintura multisuperficies. Antes, le daremos una mano de imprimación.
Cuando el producto se haya secado, aplicamos la pintura dejando una distancia mínima de unos 20-25 centímetros.
Asimismo, pintamos las patas del soporte con otro tono de pintura, con el fin de crear contraste.
Con la pintura ya seca, damos adhesivo de montaje en la parte superior de la estructura y colocamos la nueva encimera.
Ponemos de nuevo la planta en el mueble y el conjunto lucirá perfecto en cualquier rincón de la casa.