Comenzaremos el trabajo retirando la vieja tapa y el asiento. Aflojamos las palomillas con la mano y soltamos el conjunto.
A continuación, limpiamos la superficie del inodoro con un trapo y procedemos a colocar la nueva tapa.
Presentamos las piezas de sujeción sobre el inodoro, haciendo coincidir los orificios, e insertamos los tornillos de arriba abajo.
Luego, colocamos las arandelas de plástico para evitar dañar el sanitario y apretamos los tornillos con sus correspondientes tuercas.
Estos tornillos se pueden desplazar unos centímetros, de manera que podremos adaptarlos a nuestro inodoro, sin problemas.
Finalmente, enganchamos la tapa en el soporte y aseguramos la fijación.
Este práctico sistema de sujeción nos permitirá soltar fácilmente la tapa para limpiar el inodoro y volver a instalarla, en muy poco tiempo.
La tapa, además, está dotada de un sistema de cierre amortiguado, por lo que tanto la tapa como los asientos caen lentamente y sin ruidos. ¡Todo ventajas!
Una solución perfecta para familias con niños en casa.