Un aperitivo o merienda para el verano con jamón y frutos secos y para refrescarse una sangría en cubitos congelados.
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Enrique Fleischmann
Un aperitivo o merienda para el verano con jamón y frutos secos y para refrescarse una sangría en cubitos congelados.
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Vierte cada zumo en diferentes cubiteras. Introdúcelos en el congelador durante una hora. Vierte a una jarra el licor de naranja, el vino tinto, el jugo de limón y la gaseosa. Mezcla e introduce la jarra de sangría en el frigorífico para que se enfríe bien.
Para hacer los palitos de pan, coloca la harina en un bol con un poco de agua. Con la ayuda de una varilla mezcla bien hasta que no quede ningún grumo. Salpimienta. Aspira la mezcla con una jeringuilla. Coloca papel de horno sobre la bandeja del horno y reparte con la ayuda de la jeringuilla la mezcla dibujando unos palitos. Hornea a 170ºC durante unos ocho minutos.
Introduce las aceitunas verdes y negras en un bol, añade una pizca de hierbas finas, un chorrito de aceite y un toque de perejil. Mezcla bien. Deja macerar y reserva.
Introduce las almendras en un bol, échales un chorrito de aceite y sazona.
Coloca el jamón en una fuente de forma decorativa y pon encima los palitos de pan. Acompaña con las aceitunas y las almendras colocadas en respectivos boles. Introduce los cubitos de hielo en dos vasos de sidra, añade las frambuesas y vierte la sangría. Sirve el aperitivo.
El aperitivo es el alimento (generalmente salado) que se toma para abrir el apetito, normalmente antes de la comida principal del mediodía, el almuerzo. Suele constar de diferentes pinchos o tapas acompañados de alguna bebida como vino, vermouth o cerveza. Se toman normalmente en un bar, mesón, taberna o tasca. También existe la versión doméstica que es la que os muestro hoy. Y va a ir acompañado con una sangría.