En la nariz tenemos el bulbo olfativo que es un nervio, es un sensor por el que las moléculas aromáticas llegan y según la composición de la molécula y la cantidad, le da una señal a nuestro cerebro e identificamos los aromas.
Hay dos vías para que lleguen las moléculas al bulbo olfativo: la directa, cuando olemos algo, y la retronasal, cuando llevamos un alimento a la boca y, a través de la garganta, llega hasta el bulbo olfativo.

¿Cómo podemos entrenar el bulbo olfativo?
El catador se hace, no nace. Quizás hay gente que tiene capacidad para retener, para memorizar las cosas, pero para ser un buen catador lo que tenemos que hacer es meter los datos al disco duro, a nuestro cerebro.
Vamos a ejercitarlo un poco.
Se puede entrenar el olfato haciendo ejercicios con estuches de aromas, disponibles en vinotecas y tiendas especializadas, o utilizando elementos caseros de distintos olores (un frasco de miel, un poco de canela).