Vamos a descubrir el maridaje entre el queso y el vino de la Denominación de Origen Jumilla de la mano de Pierre Ruffin, especialista en quesos.
Hogarmania, 18 de abril de 2012
Vinoteca
Vamos a descubrir el maridaje entre el queso y el vino de la Denominación de Origen Jumilla de la mano de Pierre Ruffin, especialista en quesos.
Hogarmania, 18 de abril de 2012
El maridaje es una suma de experiencias con muchos vinos, teniendo en cuenta que hay menos quesos que vinos. En España hay 150-160 tipos de quesos diferentes, donde se come y se disfruta mucho de este producto.
En primer lugar, vamos a hacer el maridaje de un vino blanco Jumilla sin crianza, de la variedad de uva Monastrell. Un vino que trae pimienta, muchas especias, fruta, un vino joven del año 1997, con cierta tradición y un sabor especial.
Lo vamos a maridar con dos tipos de quesos: primero, con un queso muy vegetal de oveja Merina (Pedroches, Almería); con olores muy herbales y frescos, de 2 o 3 meses de curación.
En segundo lugar, con un queso de oveja puro curado (Albarracín, Teruel), que es muy cremoso, revelando así la parte tánica del vino. De 6-8 meses de curación, de aromas más serenos, se exprime más la proteína de la leche de oveja. Es el queso del que se dice "con pan y queso sigue el camino", ya que se puede llevar en los viajes y no se estropea en exceso, manteniendo sus propiedades proteicas intactas.