Los vinos espumosos siempre se han entendido como vinos de postre, porque los asociamos con la fiesta, con la celebración.
Vinoteca
Vinos espumosos
Sin embargo, sus características organolépticas, esa sensación de frescor, de ligera efervescencia, hacen que las posibilidades de estos vinos aumenten. Cuando son secos, por ejemplo, son adecuados para principios de la comida y aperitivos, cuando son un poco más envejecidos, para compartir con determinados platos, y cuando son dulces son aconsejables para tomar con algunos foies y postres muy dulces.
Por lo tanto, encajan prácticamente con cualquier maridaje, ya que el espumoso tiene muchas opciones a la hora de consumirlo durante la comida.