La nutricionista hace un análisis del valor nutritivo de las alcachofas.
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Karlos Arguiñano, 27 de febrero de 2018
Consejos nutricionales
La nutricionista hace un análisis del valor nutritivo de las alcachofas.
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Karlos Arguiñano, 27 de febrero de 2018
Las alcachofas pueden ser ser un plato principal o formar parte de los ingredientes de una pizza, de una lasaña o canelones. Las opciones para comerlas son muy amplias.
La alcachofa se caracteriza por sus carnosas hojas comestibles. Para que éstas de desarrollen necesitan un clima frío sin ser excesivo. Aunque necesitan bastante agua durante su cultivo, no son aptos para zonas con gran humedad ambiental.
El mejor sistema de riego para la alcachofa es el de goteo y necesita que el suelo sobre el que se cultive sea rico en humus y materia orgánica. La forma más habitual para cultivarlas es la de esquejes o por estacas, es decir, se introduce en el suelo un pequeño fragmento y se espera a que crezca la planta.
1. Facilitan la función del hígado y de la vesícula como todas las verduras de sabor amargo, de manera que nos ayudan a hacer mejor las digestiones.
2. Efecto diurético y depurativo, de manera que tomar un caldo de alcachofas a media mañana y a media tarde nos ayudará a evitar retención de líquidos.
3. El caldo de alcachofa viene bien para depurar nuestro cuerpo de las toxinas acumuladas por una noche de excesos.
4. Es la verdura que más fibra nos aporta, de manera que se recomienda comer alcachofas a las personas con estreñimiento o con colesterol y azúcar elevados.
5. Las alcachofas pueden ocasionar gases.
6. Es una verdura interesante para el niño, ya que le aporta sustancias que mejoran su desarrollo. Una manera de comer esta verdura es la receta de alcachofas rebozadas con salsa española, es muy fácil de elaborar y el resultado muy sabroso. Es idónea para los más pequeños de la casa que siempre evitan comer verduras. Al estar en salsa se enmascara un poco ese pequeño sabor amargo que puede producir la alcachofa.