Karlos Arguiñano elabora una receta de carrilleras de cerdo en salsa de vino tinto y verduras y acompañadas de puré de patata y chalotas y castañas confitadas.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Karlos Arguiñano, 16 de febrero de 2017
Carnes
Karlos Arguiñano elabora una receta de carrilleras de cerdo en salsa de vino tinto y verduras y acompañadas de puré de patata y chalotas y castañas confitadas.
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Karlos Arguiñano, 16 de febrero de 2017
Para el puré de patata, lava las patatas y ponlas a cocer en una cazuela con abundante agua. Añade las patatas y sazona. A los 30 minutos aproximadamente, retira, pela y pásalas por el pasapurés. En el momento de servir, salpimienta, agrega un chorrito de aceite, perejil picado y mezcla bien.
Cuece las castañas en un cazo con agua. Deja templar y pélalas.
Retira el tallo y las pepitas del pimiento choricero y ponlo a remojar.
Confita las chalotas en un cazo con aceite. Añade las castañas y deja confitar conjuntamente.
Limpia las carrilleras, retirándoles las pieles que las cubren. Salpimienta las carrilleras, pásalas por harina de maíz refinada y fríelas en una sartén. Sácalas y reserva.
Pica la cebolla, la zanahoria (pelada), la berenjena y los ajos (pelados) y póchalas en la misma sartén. Coloca las verduras en la olla rápida, añade las carrilleras con su jugo, las ciruelas, el vino, un buen vaso de agua, la carne del pimiento choricero y la pastilla para guisos de carne desmenuzada. Cierra la olla y deja cocinar durante 20 minutos. Retira las carrilleras a una cazuela. Tritura las verduras y vierte la salsa en la cazuela.
Sirve el puré de patatas en el fondo y encima las carrilleras con la salsa. Acompaña con las chalotas y las castañas. Decora con una hoja de perejil.
Es un plato que aporta proteínas necesarias para el crecimiento y para reparar todos los tejidos del organismo. También nos aporta energía en forma de hidratos de carbono, presentes en las patatas.
Esta forma de cocinar la carne y las patatas es saludable y nutritiva. Así, cuando hacemos la carne a la plancha o asada (carne de primera), las pérdidas nutricionales son máximas, ya que la grasa fundida se separa de la carne y arrastra consigo parte del agua, en la que se encuentran disueltos ciertos nutrientes. En la cocción, como es el caso de esta receta, los nutrientes pasan a la salsa y como ésta también la consumimos las pérdidas nutricionales son mínimas, siendo un plato más rico en vitaminas del grupo B, que intervienen en el buen funcionamiento del sistema nervioso, en el metabolismo de los carbohidratos y proteínas; y en la producción de glóbulos rojos evitando anemia.
Las patatas están cocinadas sin grasas y con piel para mantener así mejor su valor nutritivo.
La salsa enriquece al plato en vitaminas, minerales y sustancias que nos protegen de las infecciones y del cáncer, presentes en la zanahoria, ajos, berenjenas, y ciruelas.
En cuanto al aporte de minerales, este plato nos aporta fósforo, que estimula el desarrollo intelectual, siendo indispensable en la formación de huesos y dientes. También contiene magnesio, necesario para el buen funcionamiento del sistema nervioso, digestivo y metabólico, y hierro de fácil absorción, que contribuye a evitar anemias.
Es un plato que se digiere con dificultad, por eso precisa de una cocción prolongada, no siendo recomendable para personas con estómagos delicados. Es acertada la presencia de tomillo ya que ayuda a hacer mejor la digestión de la carne y a no abusar de la sal.
Por la presencia de grasas saturadas que suben el colesterol, será una ración moderada de carne la recomendada para todos, acompañada de una buena cantidad de ensalada.
De postre comeremos una fruta y un yogur.
Comida:
Cena:
No eliminar ningún alimento de la dieta: todo es cuestión de cantidad y frecuencia de consumo para que nuestra dieta sea sana y equilibrada.