Bruno Oteiza nos propone una versión de la famosa receta griega de la moussaka: un plato gratinado a base de berenjenas y carne picada de cordero.
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Ensaladas y verduras
Bruno Oteiza nos propone una versión de la famosa receta griega de la moussaka: un plato gratinado a base de berenjenas y carne picada de cordero.
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Corta las berenjenas en rodajas no muy finas y ponlas en una fuente con sal por los dos lados (para que suelten el agua). Sécalas con un trapo y fríelas en una sartén con aceite. Escurre sobre papel absorbente y reserva.
Pica finamente la cebolla y los ajos y póchalos en una cazuela con un poco de aceite. Cuando empiecen a ablandarse, añade la carne de cordero. Agrega el tomate finamente picado y rehoga. Condimenta con un poco de orégano. Mezcla en un cuenco el concentrado de tomate y el vino blanco y agrégalo al cordero. Cocina hasta que todo esté en su punto. Reserva.
Para la bechamel, pon un poco de aceite en una sartén, incorpora la harina y tuéstala un poco. Ve añadiendo la leche poco a poco sin parar de remover. Condimenta con un poco de nuez moscada rallada y sigue cocinando a fuego medio hasta conseguir una salsa espesita. Añade la yema de huevo y el queso rallado. Remueve y reserva.
Prepara la moussaka en 4 moldes pequeños aptos para el horno alternando 4 capas de berenjena y 3 de cordero con verduras (siendo la ultima capa de berenjena). Cubre con la bechamel y hornea a 180ºC durante 40 minutos aproximadamente. Desmolda y sirve en un plato llano. Riega con un chorrito de bechamel (diluyela con un poquito de leche si está muy espesa) y decora con perejil y cebollino.