Canelones rellenos de carne picada con queso fresco, espinacas y pasas, una suculenta receta de Karlos Arguiñano.
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Karlos Arguiñano, 25 de abril de 2018
Pastas y pizzas
Canelones rellenos de carne picada con queso fresco, espinacas y pasas, una suculenta receta de Karlos Arguiñano.
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Karlos Arguiñano, 25 de abril de 2018
Cuece las placas de canelones en una cazuela con abundante agua hirviendo y sal. Coloca la tapa y deja cocer durante 10-12 minutos (mirar el envase). Refresca las placas en agua fría, escurre y resérvalas.
Para hacer la bechamel, vierte un chorrito de aceite en una cazuela, añade la harina y cocínala. Vierte la leche poco a poco sin dejar de remover. Condimenta con sal y un poco de nuez moscada y cocina la bechamel sin dejar de remover hasta que quede fina. Resérvala.
Saltea la carne en una sartén con un chorrito de aceite. Sazona y añade las espinacas limpias y picaditas. Saltea el conjunto. Escurre el líquido y coloca el salteado en un cuenco. Añade un cacito de bechamel, las pasas y el queso fresco cortado en daditos. Mezcla bien y deja templar el relleno. Reserva.
Coloca un poco de relleno en cada placa, enrolla y coloca los canelones en una fuente apta para el horno. Nápalos con el resto de bechamel y espolvoréalos con las semillas de sésamo. Hornea a 220º durante 4-5 minutos (también se pueden gratinar en el último momento). Sirve los canelones y decora con una hojita de perejil.
A la hora de adquirir las frutas desecadas se ha de prestar atención a que su aspecto y su color sean uniformes y no presenten demasiadas arrugas.
Vamos a cocinar un plato completo desde el punto de vista nutricional. Es ideal para acompañarlo de verduras como guarnición y fruta o lácteos de postre.
La comida que llevemos al trabajo debe contener una ración de hidratos de carbono. En el caso de esta receta lleva pasta, pero también podría ser arroz o legumbres. Estos nos aportan la energía suficiente para funcionar durante la tarde sin tener sensación de hambre por una bajada de azúcar. Además nos permitirán llegar a casa y no atracar el armario o el frigorífico.
Debemos saber que con una ración de carne o pescado al día nuestras necesidades nutricionales quedan cubiertas.
La comida para llevar al trabajo se puede hacer de víspera o bien se puede cocinar para varias raciones y congelar. Pero debemos tener muy en cuenta que para evitar contaminaciones bacterianas en el proceso de descongelación hay que respetar la cadena del frío, de manera que la dejaremos el día anterior por la noche en la nevera.
Hay que evitar también el contacto de alimentos cocinados con crudos hasta el momento justo de servirlos si van a compartir plato.
Si vamos a recalentar un plato en el microondas del trabajo, hay que calentarlo bien asegurándonos que el calor llega a todos sus puntos. Con estas medidas evitaremos cualquier riesgo de toxiinfección alimentaria.