Kevin Patricio nos presenta uno de los platos más populares de Shanghái elaborado en el wok con bogavante, cebolleta, jengibre y huevo.
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Pescados y mariscos
Kevin Patricio nos presenta uno de los platos más populares de Shanghái elaborado en el wok con bogavante, cebolleta, jengibre y huevo.
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Limpia y trocea el bogavante. Rompe las pinzas con un mazo y corta la cola en trozos con cáscara y todo.
Rehoga en una cazuela la cabeza y las patas del bogavante con un chorrito de aceite de oliva. Cuando cojan color, añade una cebolleta picada. Salpimienta. Vierte el vino blanco y deja que el alcohol se evapore. Cubre las cáscaras con agua y cocina el caldo. Cuélalo y reserva.
Vierte un chorrito de aceite en un wok caliente. Introduce las pinzas y los trozos de bogavante con la cáscara hacia abajo. Sazona. Fríe todo durante unos minutos y retíralo.
Incorpora la otra cebolleta en juliana, los ajos y el jengibre finamente picados al wok. Salpimienta y saltea. Cuando la cebolleta suelte el agua vuelve a introducir el bogavante. Vierte un par de cazos del caldo. Agrega la salsa de alubia negra y mezcla. Tapa y deja cocinar unos segundos.
Haz sitio a un lado del wok, agrega el huevo y cuando esté medio hecho remueve y mézclalo con el bogavante. Espolvorea con un tallo de cebolleta finamente picado en diagonal. Coloca el bogavante en una fuente y acompaña con un bol de arroz blanco cocido. Sirve.