Receta proveniente del mar, mejillones a la marinera con salsa de tomate y chipirones a la plancha.
Receta de Mejillones a la marinera con chipirones
Ingredientes
- - Para 2 personas:
- 1 kg de mejillones
- 6 txipirones
- 1 cebolleta
- 1 pimiento verde
- 1 zanahoria
- 2 dientes de ajo
- 125 ml de salsa de tomate
- 1 copita de brandy
- 1 copa de vino blanco
- aceite de oliva
- sal
- 1 cayena
- 1 hoja de laurel
- perejil
- vinagreta
Elaboración de la receta de Mejillones a la marinera con chipirones:
Limpia los mejillones, retírales las barbas y cocínalos en una cazuela con el vino blanco, unas ramas de perejil y una hoja de laurel hasta que se abran. Desconcha los mejillones. Cuela el caldo y resérvalo.
Para hacer la marinera, pica finamente un diente de ajo y dóralo en una cazuela amplia y baja con un chorro de aceite y la cayena. Agrega la cebolleta, el pimiento verde y la zanahoria, todo finamente picado. Sazona y rehoga. Deja que se pochen bien las verduras. Vierte el brandy y flambea.
Añade la salsa de tomate y remueve bien. Vierte el agua de abrir los mejillones y deja que reduzca durante 10 minutos aproximadamente. Introduce los mejillones en la marinera. Espolvorea con perejil picado.
Pon los chipirones en un bol con un ajo y perejil finamente picados. Sazona y vierte un chorrito de aceite de oliva. Déjalos reposar unos minutos y saltéalos brevemente los en la plancha o en una sartén.
Sirve la marinera en el fondo del plato y pon encima los chipirones. Aliña con un chorrito de vinagreta y espolvorea con un poco de perejil picado.
Consejo
Así se hace: limpiar un mejillón
Limpia los mejillones bajo el chorro de agua fría, raspa las conchas con un cuchillo o un estropajo para eliminar cualquier suciedad que puedan tener. Retira las barbas en el último momento antes de cocinarlos ya si lo haces con cierta antelación se morirían.
El truco: congelar la tinta de los calamares
Si compras calamares y no vas a utilizar las tintas, puedes congelarlas para utilizarlas en otra ocasión. Para ello, pon las tintas en un bol con una pizca de sal gruesa y un chorrito de aceite. Mezcla todo bien hasta que las tintas queden bien disueltas, pásalas a un trozo de plástico de cocina y congélalas.