Una receta única de mejillones rebozados y rellenos de bechamel acompañados de salsa de tomate. Un plato ideal de invierno que se puede servir como entrante o tapa.
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Pescados y mariscos
Una receta única de mejillones rebozados y rellenos de bechamel acompañados de salsa de tomate. Un plato ideal de invierno que se puede servir como entrante o tapa.
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Limpia los mejillones retirando las barbas y raspando las conchas hasta retirar cualquier adherencia que puedan tener. Pon el vino en una cazuela y añade los mejillones. Tápalos y cuécelos hasta que se abran. Separa las conchas de la carne y pícala.
Pica finamente la cebolla y el pimiento y ponla a pochar en una sartén con aceite. Agrega las guindillas de cayena y, cuando esté bien pochado, retira las guindillas e incorpora la carne de los mejillones y la salsa de tomate. Cocina todo brevemente y deja templar.
Para la bechamel, pon un poco de aceite en una sartén, añade 2 cucharadas de harina, rehógala bien y vierte la leche poco a poco sin dejar de batir. Cocina hasta que se espese y agrega un poco de perejil picado.
Rellena las cáscaras de mejillón con la farsa y cúbrelos con la bechamel. Deja que la bechamel se endurezca y pásalos por harina, huevo y pan rallado. Fríelos en una sartén con aceite, escúrrelos sobre papel absorbente de cocina, sirve y decora con una rama de perejil.
No es conveniente consumir los mejillones crudos, debido al riesgo de intoxicaciones que conlleva. Es conveniente lavarlos muy bien antes de cocinarlos e incluso raspar las valvas con un cuchillo para quitar cualquier adherencia.
Si te ha gustado este plato no dudes en probar unos jamoncitos de pollo agridulce, toda una exquisitez culinaria.