Postre a base de higos cocidos con aroma de té y acompañados de una gelatina de mandarina y unas lenguas de gato.
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Karlos Arguiñano, 14 de octubre de 2016
Postres
Postre a base de higos cocidos con aroma de té y acompañados de una gelatina de mandarina y unas lenguas de gato.
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Karlos Arguiñano, 14 de octubre de 2016
Pon a hidratar los higos con el té durante unas horas. Cuando hayan doblado su volumen, pon los higos a cocer en una cacerola con agua a fuego lento durante 10 min.
Para preparar las lenguas de gato, bate en un bol la mantequilla a punto de pomada junto con el azúcar glas tamizado. Añade el huevo y mezcla con cuidado. Agrega una cucharada sopera de leche y la harina, también tamizada. Sigue mezclando con cuidado con la varilla hasta obtener una crema uniforme. Introduce esta masa en una manga pastelera y vete haciendo bastoncitos alargados sobre una placa de horno cubierta con papel antiadherente. Hornea hasta que las lenguas tomen un color dorado (160º durante 6-8 minutos).Déjalas enfriar un poco y despégalas con cuidado.
Pon a calentar el zumo de mandarina con el azúcar y la ralladura de una mandarina. Mezcla bien los ingredientes y añade las gelatinas previamente remojadas en agua. Mezcla bien y cuela el jarabe a un recipiente de base ancha cubierta con papel transparente. Deja enfriar en el frigorífico.
Monta la nata con el azúcar y pon un montoncito de nata en el interior de los higos abiertos en cruz (como una flor) y una frambuesa. Decora el plato con los higos, trozos de gelatina de mandarina y las lengua de gato. Adorna con hojas de menta.
Siempre se ha dicho que el higo da mucho juego en la cocina y pueden utilizarse como un ingrediente exótico en salsas. Resulta un excelente acompañamiento para cualquier tipo de carne asada o de caza. Su combinación con el cerdo y el pato resulta perfecta. Como postre, se pueden tomar solos o en preparaciones más sofisticadas.