La salsa de tomate casera es una salsa básica muy fácil de preparar. Puede acompañar a platos de pasta, pizzas, carnes, pescados, verduras o huevos.
En primer lugar, lava los tomates, retírales el tallo y trocéalos. Pon los tomates en el vaso de la batidora. Pela y corta la cebolla y el ajo y añádelos. Agrega también la sal y el azúcar. Tritura todo hasta tener una mezcla homogénea.
Pon la salsa de tomate en una cazuela al fuego con un poco de aceite de oliva y sofríe hasta que el tomate esté hecho.
Esta salsa de tomate se puede servir con platos de pasta o como base de pizzas. También combina con platos de pescado como el bonito. Y un clásico que nunca falla es el huevo frito con patatas y salsa de tomate.