Prueba mis bastoncitos de chorizo y queso sin gluten, maravillosos para compartir en cualquier ocasión y darte un capricho sin preocuparse por la contaminación cruzada.
Bastoncitos de chorizo (sin gluten)
Ingredientes
- 200 gr. harina panificable sin gluten
- 50 gr. harina de arroz
- 1 cucharadita (de postre) levadura química o polvos de hornear
- 75 gr. chorizo dulce sin gluten
- 75 gr. queso semi curado
- 1 cebolla pequeña
- 125 ml. agua
- 1/2 cucharadita de postre
- sal
- 50 ml. aceite
- 4 gr. psyllium
Elaboración
Paso 1: Empezamos preparando todos los ingredientes que vamos a necesitar. El chorizo lo cortamos en dados pequeños y lo reservamos. El queso también en trocitos pequeños. Se puede utilizar cualquier tipo de queso; yo elegí semicurado. Se reserva.Paso 2: Hay que pelar la cebolla, cortarla en trocitos y calentarla a fuego fuerte con muy poco aceite hasta que coja color. No hace falta que la cebolla quede blandita.
Paso 3: La harina está en un bol y se combina con la sal, la levadura artificial y el psyllium. Ya sabes que el psyllium es prácticamente necesario para fabricar la masa de pan porque le da a la masa la elasticidad de la que carece debido a la ausencia de gluten. Hay que añadir enseguida 125 ml de agua y el aceite. Comprobaremos si es necesario añadir más mientras mezclamos. Antes de utilizar las varillas amasadoras eléctricas, mezclamos primero con la espátula.
Paso 4: Mezclamos con un poco de agua y amasamos la masa de cinco a diez minutos hasta que esté uniforme y algo pegajosa.
Con la espátula, mezclamos el queso, el chorizo, la cebolla y los demás ingredientes antes de pasar el plato a la mesa para espolvorearlo con harina de arroz. Hacemos una bola con la masa, luego la vamos dividiendo enrollando pequeñas porciones, cada una en churritos de aproximadamente un dedo de grosor.
Paso 5: Una vez los tengamos todos (aproximadamente una docena), los pasamos a una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado y los metemos en el horno precalentado a 200 grados, regulando el calor según sea necesario, durante 20 minutos o hasta que estén dorados.
Ya están terminados. Se te hará la boca agua cuando veas lo bonitos que quedan. Ahora se pueden comer después de enfriar sobre una rejilla.