¿A quién no le gusta el queso con mermelada? Esa mezcla dulce y salada es deliciosa. Estas croquetas lo reúnen todo, cremosas por el queso de cabra, el punto ácido de la cebolla caramelizada y el corazón dulce de la mermelada de fresa. ¡Irresistibles!
Croquetas de queso de cabra, cebolla caramelizada y corazón de mermelada
Ingredientes
- unos 150 gr. de queso de cabra de rulo
- una cebolla
- 100 gr. de harina de maíz, maicena
- leche (para la bechamel)
- sal
- pizca de pimienta
- pizca de nuez moscada
- vinagre
- una cucharada de postre de azúcar (yo usé panela)
- mermelada de fresa
- aceite de oliva suave
- dos huevos (para rebozar)
- harina de trigo (para rebozar)
- pan rallado (el mío con perejil, para rebozar)
Elaboración
Lo primero que haremos será la cebolla caramelizada:Pelamos y picamos la cebolla y la ponemos a rehogar con un poco de aceite y sal. Cuando la tengamos casi hecha, añadimos la cucharada de azúcar, dejamos que se cocine y añadimos un chorrito de vinagre (yo usé el de vino tinto).
Reservamos (esto lo podemos hacer el día antes, o cuando queramos).
Hacemos la masa de las croquetas:
Ponemos en una sartén grande y algo profunda tres cucharadas de aceite de oliva, y cuando comience a calentar, añadimos la maicena, la sal, las pizcas de nuez moscada y pimenta, y removemos ligeramente. Vamos añadiendo entonces la leche para ir ligando y formando la bechamel.
Añadimos el queso de cabra a pedazos y la cebolla caramelizada con todo su jugo y seguimos moviendo , añadiendo leche si lo necesita, y cociendo a fuego muy suave. Una vez hecha la masa, la ponemos en un recipiente, cubriéndola con papel film y dejamos que enfríe (yo la dejé medio día).
Yo puse en una bandeja a congelar unas pequeñas "gotas" de mermelada, pero resultó que no se congelaron, así que os aconsejo que lo tengáis más tiempo en el congelador, o lo pongáis sin congelar. Con la mano enharinada, extendemos una porción de croqueta, la aplastamos y hacemos un hueco donde pondremos una cucharadita de mermelada de fresa.
Cubrimos de forma que quede dentro y pasamos por harina, huevo y pan rallado. Una vez rebozadas todas, podemos congelarlas tal cual, o freírlas para tomarlas.