Albóndigas veganas

Albóndigas veganas
Independientemente de que seamos veganos o no, siempre podemos realizar estas recetas que son sanas y se salen de lo habitual. La soja texturizada ha sido todo un descubrimiento.

Ingredientes

  • 80 gr. de soja texturizada (triplicará su peso una vez hidratada) 
  • 1 pimiento rojo pequeño o medio grande 
  • 2 dientes de ajo 
  • media cebolla 
  • un chorrito de salsa de soja 
  • pan rallado con ajo y perejil 
  • harina 
  • salsa de tomate natural 
  • sal/pimienta 
  • AOVE

Elaboración

La soja la tenemos que hidratar al menos media hora, esto hará que obtengamos más o menos unos 250 g de soja escurrida. Picamos el pimiento, la cebolla y los ajos muy menudos, lo podéis hacer en una picadora eléctrica, con cuidado que no se licuen.

Si buscáis por ahí recetas de albóndigas con soja texturizada, veréis que no la cocinan antes de hacer las albóndigas, yo personalmente prefiero sofreírla antes, se humedece y le da un sabor más rico.

Salteamos las verduras en un par de cucharadas de aceite de oliva en una sartén antiadherente cuando estén casi doradas añadimos la soja texturizada y un chorrito de soja, cocinamos unos 5Ž y salpimentamos al gusto, probamos porque la salsa de soja es salada.

Si es necesario escurrimos la mezcla, pero necesitamos algo de humedad porque no usamos huevo para unir. Añadimos el pan rallado necesario hasta que se haga una mezcla consistente, tenemos que hacer que se compacte bien, así que tendremos que hacer uso de las manos apretando con los nudillos hasta que esté bien unida.


Laminamos los champiñones naturales, también podemos comprarlos ya laminados, los salteamos en la cazuela en la que vamos a acabar las albóndigas, sal pimentamos y echamos un chorrito de vermú, cuando reduzca añadimos la salsa de tomate para que se caliente, en caso de que la tengamos cocinada con anterioridad y se fusionen sabores.


Nos saldrán unas 20 albóndigas de unos 25 g, cogemos porciones, las embolamos bien, asegurándonos que estén bien compactadas, las pasamos por harina y las freímos en abundante aceite bien caliente, hay que manipularlas con delicadeza porque son más fácil de romperse que las carnívoras.

Una vez fritas se ponen sobre un papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.


Se echan en la cazuela con la salsa de tomate y los champiñones, una vez hechas todas se cocina todo junto 5Ž y ya está, un plato exquisito y cruelty free que podemos acompañar con unas patatas fritas.