Spanakopita (pastel griego de espinacas y queso feta)

Elaboración

Saltea las espinacas lavadas y escurridas en una sartén. Si no te caben todas añade unas pocas deja que se reduzcan un poco y añade más. Cocina durante unos 8 minutos o hasta que todas las espinacas estén blandas.

Después colócalas en un bol, añade 2 huevos (en mi foto se ve sólo un huevo porque lo hice más pequeño), el queso feta desmigado, el puñado de piñones y la nuez moscada. Añade sal y pimienta al gusto.

Coge un recipiente para horno redondo o rectangular de unos 20cm. Unta con un poco de aceite o mantequilla derretida tanto la base como los lados.

Coloca la primera hoja de masa filo y píntala, con ayuda de un pincel con aceite de oliva o mantequilla. Haz lo mismo con el resto de láminas y vete colocándolas encima pero cada una en sentido contrario que la anterior hasta que pongas todas. No tienen que quedar perfectamente alineadas.

Vierte el relleno sobre la pasta filo en el recipiente y distribuye bien. Ve doblando los bordes de las hojas hacia el interior, tapando el relleno. Si se queda algún trozo sin tapar coloca 1 o 2 láminas más encima, arrugadas, para conseguir que la superficie quede más crujiente.

Hornea a 180ºC durante 30-40 minutos o hasta que la pasta filo esté tostada y el relleno cuajado; puedes comprobarlo pinchando con un palillo el centro del pastel, comprobando que el relleno no esté líquido.

Se puede tomar fría o caliente. Y puedas tenerla en la nevera 2-3 días, aunque ya no estará tan crujiente.