Pasta al horno con albóndigas ¡todo se hace en una sola cazuela!

Esta receta de Pasta al horno con albóndigas, cocinada con el sistema «one pot pasta» es otro mundo. No me canso de «predicar» esta forma de preparar la pasta, porque es mucho más rápida, fácil y extremadamente práctica porque SOLO ensucias un único cacharro de cocina. Por lo general, cuando hacemos pasta y la gratinamos, se ensucia la sartén donde se hace la salsa, la cazuela donde se cuece la pasta, el escurridor donde la escurrimos, la fuente donde la gratinamos, en fin! demasiados cacharros para elaborar un plato tan rico, tan socorrido y tan práctico como unos macarrones gratinados.

Ingredientes

Ingredientes para 3/4 personas:

  • 250 gr. macarrones (o pasta corta al gusto)
  • 12-15 albóndigas
  • 1 cebolla mediana
  • 250 gr. champiñones laminados
  • 400 gr. tomate al natural triturado
  • 2 cuch. soperas tiras de pimiento del piquillo
  • 1 vaso pequeño coñac (aprox.100 ml.) 
  • queso rallado (cantidad y variedad al gusto)
  • 1 cuch. pequeña orégano
  • 400 ml. agua
  • sal (cantidad al gusto)
  • 2-3 cuch. soperas aceite de oliva

Elaboración

1.- Pon la cazuela con el aceite a calentar. Mientras, pela y corta la cebolla en trozos no muy grandes.

2.- Cuando esté el aceite caliente, sofríela, con una pizca de sal, durante 5 minutos a fuego medio y tapado. Remueve de vez en cuando.

3.- Añade los champiñones laminados, remueve y deja que se cocine todo junto unos 2-3 minutos.

4.- Pasado este tiempo, haz un poco de hueco en el centro de la cazuela y echa las albóndigas para que se doren un poco. Añade las tiras de pimiento del piquillo, remueve un poco para que se vuelvan a mezclar todos los ingredientes y echa el coñac. Deja que se evapore el alcohol. Remueve de vez en cuando (1 minuto aprox.) .

5.- Agrega el tomate triturado y, utilizando la misma lata como medida, echa la misma cantidad de agua. Remueve para mezclar bien y, cuando arranque a hervir, echa el orégano y los macarrones.

6.- Deja cocer todo junto ? a fuego medio y removiendo de vez en cuando ? hasta que la pasta esté casi al dente (cuécela un par de minutos menos de lo que indica el fabricante en el paquete).

7.- Enciende el horno y ponlo en posición grill.

8.- Cuando esté a punto, espolvorea con el queso por encima, cubriendo bien toda la superficie y lleva al horno (coloca en la parte de arriba, cerca del grill) hasta que el queso se haya fundido y esté dorado a tu gusto (unos 4-5 minutos aprox.).

Pasta al horno con albóndigas, sugerencias/trucos:

a) Las albóndigas, puedes hacerlas tú misma o, comprarlas ya hechas en tu carnicería de confianza.

b) Para preparar estos macarrones, utiliza cazuela (o sartén) que puedas meter en el horno, puesto que esta receta se cocina TODO en el mismo utensilio (incluido el gratinado). De ese modo, sólo ensuciamos 1 cacharro y nos ahorramos trabajo y gasto de detergente y agua.

c) Paso 5: Utilizo la misma lata de tomate para medir la cantidad de agua. Si ves que, durante la cocción se seca un poco, añádele un poco más de agua, pero sin pasarte. Tiene que quedar jugoso, pero no «aguado» ni caldoso. También puedes tapar la cazuela para que no se evapore tanto la salsa y, de ese modo, no tenerle que añadir agua.

d) La pasta déjala bastante «al dente» puesto que, en el horno, sigue cocinándose otro poco (y se te pasaría de cocción)

e) En el caso de que no tengas macarrones, esta receta te sirve para cualquier otra variedad de pasta corta: lazos, coditos, tiburones, etc.

f) El queso apto para gratinar es aquel que funde bien: emmental, mozzarella, parmesano, gouda? Utiliza el que más te guste o el que tengas por costumbre gastar.


De verdad, que ya no cocino la pasta de ninguna otra forma. Y es que ¡¡todo son ventajas!!.

Las vuelvo a enumerar aquí para que veas:

1.- Ahorramos mucho tiempo pues, al terminar de cocinar no tenemos que lavar cazuela, escurridor, sartén, tapadera y los molestos salpicones en los azulejos que la salsa de tomate hace al freír

2.- También ahorramos en detergente, agua y trabajo, ya que SÓLO tienes que lavar la sartén donde lo has hecho todo.

3.- Al cocer la pasta en la misma salsa, todos los nutrientes de ésta se quedan ahí y no se tiran por el fregadero cuando la escurres, que es lo que pasa cuando la cueces en agua

4.- Como queda todos los nutrientes en la salsa, llenan más con lo que, con la misma cantidad, podemos comer más personas

5.- Es más sana y más ligera porque NO freímos el tomate

6.- Ganamos en comodidad, pues no veas lo cómodo que es terminar de cocinar, comer, lavar un sólo cacharro y sentarse a ver la tele, tomar el café relajadamente o charlar un rato con la vecina o una amiga.

7.- Cuando gratinamos la pasta (como en este caso) utilizando una cazuela o sartén que luego pueda ir al horno, también te ahorras (de ensuciar y lavar) la fuente del horneado.

Como digo siempre: Cuando lo pruebes, no volverás a hacerlo de otra manera ¡te lo aseguro!