Esta Pizza de cebolla y calabacín la he preparado con ingredientes que suelo tener en mi frigorífico, ingredientes saludables y nutritivos, que la hacen muy ligera y le aportan a esta pizza mucho sabor (y color, ¡porqué no decirlo!). No soy muy pizzera, la verdad, pero cuando me apetece comer pizza (no suele ser más de 2 o 3 veces al año) la preparo así, sin grasas y con la masa muy finita (la más finita del supermercado) para que resulte muy crujiente, no llene demasiado ni sea pesada de digerir. La pizza, como todo el mundo sabe, es un pan plano horneado, por lo general, de forma redonda y cubierto con diversidad de ingredientes en función del gusto y/o costumbres del que la prepara, pero que, como ingredientes casi imprescindibles, lleva salsa de tomate y queso. Después, según las zonas, los gustos personales y la imaginación de cada uno/a, puede añadírsele casi de todo: jamón, champiñones, huevo, anchoas, cebolla, verdura y todo tipo de salsas.
Pizza de cebolla y calabacin ¡a la mesa en 12 minutos!
Ingredientes
- 1 masa de pizza fina
- 5-6 cucharadas soperas de salsa de tomate
- 1 cebolla mediana
- 1 calabacín
- 6 huevos de codorniz
- 100 gr de queso mozzarella rallado
- unas hojas de albahaca fresca
- sal
- pimienta negra molida
- media cucharada sopera de aceite de oliva
Elaboración
1.- Pon el horno a calentar a 250º C (482º F), posición arriba y abajo. Mientras, pela y corta la cebolla, en medias lunas finas. Lava, despunta y ralla el calabacín.2.- Desenrolla la masa de pizza y, con el papel que trae, colócala encima de la placa de horno. Distribuye por encima la salsa de tomate (sin llegar hasta el borde de la pizza), corta finamente unas hojas de albahaca y espolvorea abundante queso rallado.
3.- Reparte la cebolla y, a continuación, el calabacín rallado. Introduce en el horno y cuece durante 8 minutos. Aprovecha parte de este tiempo, para abrir y dejar a punto los huevos de codorniz.
4.- Pasado este tiempo, apaga el horno, saca la pizza y coloca (a tu gusto) los huevos de codorniz. Vuelve a meter la pizza en el horno (apagado) para que, con el calor residual se cuezan los huevitos. Cuando estén a tu gusto, saca del horno y salpimenta los huevos. Rocía con un hilo de aceite antes de servir.