Elaboración
Para la masa de la coca:
Sacar un rato antes todos los ingredientes para que estén a temperatura ambiente. Templar la leche con una cucharada de azúcar y echar la levadura. Dejar activar 10 minutos. En el bol de la batidora, añadir la harina y el azúcar restante y reservar.
En otro bol, mezclar el resto de ingredientes y con la ayuda de unas varillas manuales mezclar hasta conseguir una crema, parecida a un yogur griego. Cuando la levadura esté activa, echar a la harina junto a la mezcla de queso y mezclar con el gancho de la batidora hasta conseguir una masa homogénea, elástica y lisa.
La pasaremos a un bol limpio (yo la puse en dos bol) y la dejaremos levar tapada con papel film (tardará entre 1 hora o 2, según donde os encontréis y la temperatura que tengáis en casa). Después, una vez que doble su volumen, le quitaremos el aire (la podéis volver a dejar que eleve, esto hará que quede más tierna).
Yo la volví a dejar que se elevará una vez más. Ahora estirar la masa y la colocaremos sobre papel de hornear, mojado y bien escurrido. Dejar que eleve de nuevo.
De mientras, hacer la crema pastelera:
Calentar la leche con el azúcar y la raspadura de la vaina de vainilla y en un bol pequeño, batir la yema, la Maizena y el azúcar. A continuación, añadir poco a poco la leche y poner a fuego medio (sin dejar de batir) hasta que la crema espese. Cuando la masa haya levado de nuevo, pincelaremos toda la masa con huevo batido.
Cortar unas tiras por encima con un cuchillo afilado donde echaremos la crema pastelera y adornar con las cerezas, el azúcar perlado y los piñones. Hornearemos a 180º unos 20 minutos, en la parte del centro, calor arriba y abajo sin ventilador.
Una vez que termine de hornearse, sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla antes de disfrutar de ella.
