Con una picadora trituramos las galletas oreo.
Una vez que estén trituradas añadimos el queso (frío de nevera) y mezclamos bien.
A continuación cortamos un trozo de papel de horno y encima vamos creando montoncitos de la mezcla y estirando con el rodillo como si fuera una masa de pizza.
Cortamos con el cortador y reservamos.
Para separarlas y ponerlas en otro sitio, yo utilicé una espátula. Poco a poco la metéis por debajo de la galleta y lo levantáis con cuidado para que no se rompa.
Cuando tengamos todos los corazones preparados, refrigeramos media hora en la nevera.
Pasado este tiempo, derretimos el chocolate en el microondas de 30 en 30 segundos y vamos bañando los corazones por uno de los lados y poniendo los adornos. Si queréis bañarlas enteras, necesitaréis el doble de chocolate.
Por último refrigeramos una hora y a comer!!!