Mermelada de fresas de la abuela

Esta mermelada de fresas de la abuela es perfecta para untar tostadas o para endulzar tus postres preferidos. Al estar elaborada con ingredientes naturales esta mermelada de fresa casera no contiene conservantes ni colorantes artificiales. Mucha gente utiliza la fruta de temporada para hacer mermeladas caseras. El truco para espesar la confitura de fresa o cualquier otra jalea es la pectina. Esta fibra se encuentra en la mayoría de las frutas en mayor o menor cantidad. Combinando azúcar y limón exprimido (una cucharada por cada kilo de fruta) se consigue el espesor deseado. Alternativamente, los diabéticos pueden utilizar fructosa en lugar de azúcar. Y por si no lo sabías, el zumo de limón es el clásico remedio de la abuela para los catarros. Usado en mermeladas, el limón inhibe la oxidación y actúa como conservante.

Ingredientes

  • 500 gr. fresas ya limpias 
  • 400 gr. azúcar blanco 
  • 1 cucharada zumo de limón

Elaboración

Paso 1: Coloca en un bol medio kilo de fresas limpias y cortadas a trozos. Añádeles 400 gramos de azúcar blanco y una cucharada de jugo de limón. Remueve bien y deja macerar unas dos horas.

Paso 2: Cuando ya han soltado su jugo ponlas a fuego medio, primero, 15 minutos sin remover. A continuación, otros 15 minutos removiendo a menudo y aplastando las fresas para que quede un puré.

Paso 3: Ahora sigue removiendo y chafando continuamente hasta que veas que empieza a espesar un poquito. Aunque la veas poco espesa haz la prueba de la cuchara. Pon un poco de mermelada en un plato; divide la mermelada en dos mitades con la cuchara. Si ves que no se juntan las dos mitades ya está lista. Cuando enfríe acabará de espesar.

Vierte la preparación en un bote esterilizado ¡y a disfrutar!