La naranja confitada casera es la solución si buscas un método rápido y sencillo para dar a tus platos y dulces un sabor distintivo y delicioso. Puedes hacer una preparación que dará a tus comidas un toque único con solo unos pocos ingredientes y en menos de diez minutos. Como verás, su proceso de preparación es muy sencillo y requiere pocos ingredientes.
Naranja escarchada casera
Ingredientes
Ingredientes naranja confitada casera:
- 2 naranjas
- 200 ml. agua
- 200 gr. azúcar
- 150 gr. chocolate negro fondant
Elaboración
Paso 1: Empezamos limpiando bien la piel de la naranja antes de utilizarla. Las secamos con un paño limpio antes de cortarlas en rodajas de 5 milímetros de grosor. Las dos puntas se tiran.Paso 2: Se utilizan 200 gramos de azúcar y 200 ml de agua para hacer un almíbar. Ayudamos a la disolución del azúcar y, cuando empiece a hervir, esperamos un minuto antes de añadir delicadamente las rodajas de naranja procurando que la mezcla no se apelmace. No hay que preocuparse si no quedan cubiertas por el almíbar; se seguirán haciendo igual, y la cantidad de líquido también aumentará porque las naranjas soltarán más zumo.
Paso 3: Tapar la olla y ajustar el fuego de modo que se mantenga un hervor muy suave. Yo lo tengo ajustado al nivel 5 de los nueve niveles de mi placa. Los dejaremos cocer durante una hora y media, a veces sacudiendo la olla sólo ligeramente.
Paso 4: Después, apaga el fuego y pasa con cuidado las rodajas de naranja a una rejilla con ayuda de una espátula, para secar unas 2 horas. Después, las colocamos en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado y las horneamos durante 30 minutos en el horno precalentado a 100 grados.
Dales la vuelta, y hornea otra media hora. Ya puedes utilizarlos para tu roscón de Reyes o tu coca de San Juan, por ejemplo, después de dejarlos enfriar y secar toda la noche.
Paso 5: Y si te gusta el chocolate como a mí, derrite un poco de fondant de chocolate negro al baño María hasta que esté líquido y luego sumerge la mitad de las rodajas de naranja en él. Vuelve a dejar secar en la rejilla.
También puedes guardar en un tarro con almíbar las rodajas que te haya sobrado. ¡Son una gozada!