Rosquillas de San Isidro libres de gluten

Las rosquillas de San Isidro son un dulce típico de Madrid. Se consume especialmente durante las fiestas en honor a San Isidro Labrador, patrón de la ciudad. A pesar de que suelen elaborarse con harina de trigo, cada vez es más popular encontrar variedades sin gluten para personas con sensibilidad o intolerancia al gluten.

Ingredientes

Ingredientes para la masa:

  • 3 huevos 
  • una yema para pintar 
  • 60 gr. azúcar 
  • 90 gr. aceite de oliva suave 
  • 20 gr. licor de anís 
  • 300 gr. harina panificable y de repostería sin gluten 
  • 12 gr. levadura química o polvos de hornear 
  • 1 cucharadita anís en grano 

Para el almíbar:

  • 200 gr. azúcar 
  • 100 ml. agua 

Para el glaseado:

  • 250 gr. azúcar glas 
  • 1 clara de huevo 
  • 2 cucharadas zumo de limón

Elaboración

Paso 1: Pon en un bol el anís en grano, que también debe ser sin gluten, la levadura en polvo y la harina sin gluten. Combínalo todo y, a continuación, resérvalo.

Paso 2: Los huevos se colocan en otro bol. Sólo utilizaremos tres de los cuatro huevos para la masa. Reservamos el cuarto para pintar las rosquillas antes de hornearlas.

Paso 3: Añadir el azúcar y batir a velocidad media hasta que la mezcla empiece a blanquear. Seguiremos batiendo después de añadir el anís y el aceite suave. Ahora añadiremos la harina poco a poco, y una vez que esté todo mezclado, utilizaremos los ganchos amasadores para amasar la masa durante 10 minutos.

Paso 4: Pasado este tiempo y con la masa bien homogeneizada, le damos forma de bola con ayuda de una espátula porque estará bastante pegajosa y la dejamos reposar unos 30 minutos tapada con film transparente.

Paso 5: Engrasamos la encimera y nuestras manos con aceite después de que la masa haya reposado porque vamos a intentar amasar la rosquillas un poquito sin añadir mucha harina para que no salgan demasiado secas.

Paso 6: Si la mezcla resulta demasiado pegajosa y difícil de manejar, añade la cantidad justa de harina sin gluten para que las rosquillas sean manejables. Tápalas de nuevo y déjalas reposar otros diez minutos.

Paso 7: Se formarán las rosquillas. Se cogen trozos de masa de unos 40 gramos con las manos bien engrasadas. Hay que darles forma de bola, aplastarlos ligeramente y hacerles un agujero de dos centímetros en el centro. También se puede hacer con los dedos. Yo utilizo conos de metal que también han sido engrasados con aceite. Coloca las rosquillas en una bandeja de horno con papel sulfurizado por encima, asegurándote de que el agujero quede lo más uniforme posible.

Paso 8: Ya están listas. Esto rinde aproximadamente 13 rosquillas. Ahora las pintamos con la yema de huevo que se guardó. Para el glaseado, utilizaremos la clara de huevo. Mételos en un horno pre-calentado a 200 grados y hornea durante 12-14 minutos, dependiendo del horno. Cuando tengan un color dorado, sácalos del horno y déjalos enfriar sobre una rejilla.

Paso 9: Las bañamos en un almíbar que hacemos con 200 g de azúcar y 100 ml de agua cuando están frías. Cuando empiece a hervir, dejamos que siga haciéndolo durante 3 o 4 minutos antes de apagar el fuego. En ese momento, podemos añadir las rosquillas de una en una, darles unas vueltas y volver a colocarlos en la rejilla de secado.

Paso 10: Las rosquillas de San Isidro tontas ya estarían hechas. El glaseado de limón es lo único que hay que añadir para hacer las listas. Para hacer el glaseado se utilizan 250 g de azúcar glas, una clara de huevo y zumo de limón.

Preparamos el zumo de medio limón y añadimos, de momento, 1,5 cucharadas soperas. Con un batidor de mano, se combina todo hasta formar una masa densa. Evitar añadir demasiado líquido, ya que el resultado será una capa parcialmente transparente.

Paso 11: Sumerge las rosquillas en el glaseado hasta la mitad y nuevamente ponlas a secar en la rejilla. Si prefieres que el huevo esté cocido, llévalas 10 minutos al horno.

Y ahora, ¡a disfrutarlas!