Los scones son unos panecillos dulces, parecidos a galletas pero con una textura más esponjosa y un aspecto rústico. Estos bocados son ideales para disfrutar en la hora del té o en la merienda, acompañados de mantequilla y mermelada. Originarios del Reino Unido, los scones se elaboran con una masa a base de harina y manteca, y se les añade polvo de hornear para que se expandan en el horno. Por lo general, se hornean a temperatura media en una bandeja redonda y se recomienda comerlos tibios, recién salidos del horno. ¡Anímate a prepararlos y disfrutar de un delicioso y tradicional bocado británico!
Scones dulces
Ingredientes
- 360 gr. de harina de trigo todo uso
- 10 gr. de polvo de hornear (levadura química)
- 16 gr. de azúcar granulada
- 8 gr. de sal fina
- 115 gr. de mantequilla fría cortada en cubos pequeños
- 1 taza de buttermilk
- 1 huevo para el glaseado
- mermelada de frutas (opcional) para servir
- queso crema (opcional) para acompañar
Elaboración
Hacer la buttermilk.Mezclar en un bol la harina, la levadura, la sal y el azúcar.
Agregar la mantequilla y mezclar con las yemas de los dedos hasta obtener una textura similar a la de la arena mojada.
Añadir la buttermilk y mezclar justo hasta humedecer los ingredientes.
Volcar la mezcla sobre la mesa de trabajo y amasar ligeramente hasta integrar los ingredientes.
Con ayuda de un rodillo, extender la masa en forma de rectángulo y llevar las orillas al centro de la masa.
Volver a extender la masa y repetir esta operación al menos 4 veces más para obtener una masa ligeramente hojaldrada.
Enharinar el cortador y cortar la masa ya extendida.
Batir el huevo y pincelar cada panecillo con él.
Precalentar el horno a 200ºC y hornear durante 10 minutos.
Cocinar por 15 minutos más o hasta que estén ligeramente dorados.
Retirar de la bandeja del horno y dejar templar sobre una rejilla.
Servir con mermelada de frutas y queso crema si se desea.