Gelatina, pistacho, nata y piña caramelizada unidas en una deliciosa combinación fría, pero sin duda alguna, lo que más me atrajo de este nuevo Deseo Sin Gluten es su forma semiesférica, lograrlo era el verdadero reto. Ahora puedo deciros que no es tan laborioso como parece... ¿Tenéis vuestro bol a mano? Pues, ¿a qué esperáis? Manos a la obra y buen provecho!
Tarta de piña y pistachos (sin gluten y sin huevo)
Ingredientes
Para la cobertura de pistachos:
- 200 gr. de pistachos pelados
- 5 láminas de gelatina neutra
- 100 gr. de agua
- 5 cucharadas de vino Moscatel
- 60 gr. de azúcar
Para el relleno:
- 300 gr. de piña natural
- 50 gr. de almendras crudas peladas
- 200 gr. de azúcar
- 9 láminas de gelatina neutra
- 500 gr. de nata para montar
- 300 gr. de leche de coco
Elaboración
Primero preparamos la cobertura de pistachos. (He usado un molde esférico de aluminio de 1,25 l. de capacidad, podéis usar una ensaladera o algún recipiente parecido).Pelamos muy bien los pistachos, troceamos con un cuchillo (Yo los he envuelto en un paño de cocina limpio, lo he movido bien para quitarle la máxima cantidad de piel que los cubre y luego los he troceado). Reservamos. Metemos el molde vacío en el frigorífico para que sea más fácil untar la cobertura.
En un plato con agua fría ponemos a hidratar la gelatina. Aparte en un cazo ponemos a cocer el agua con el azúcar, dejamos hervir hasta que el azúcar se haya disuelto, agregamos la gelatina hidratada y escurrida junto con el vino Moscatel y mezclamos bien hasta que se haya integrado del todo.
Sacamos el molde del frigorífico, con una brocha untamos toda la base del molde para formar una capa, dejamos solidificar unos minutos, volvemos a untar con gelatina y espolvoreamos toda la base del molde con los pistachos que teníamos reservados presionando un poco para que se queden adheridos. Una vez que tengamos la costra de pistachos bien tupida por toda la base, dejamos solidificar en el frigorífico y nos ponemos con el relleno.
En un cazo pequeño ponemos a hervir la piña troceada con 50 g de azúcar moreno de caña y dejamos cocer unos 15 minutos removiendo de vez en cuando hasta que quede la piña caramelizada. Apartamos del fuego y dejamos enfriar del todo.
Aparte en un cazo ponemos a calentar la leche, las almendras troceadas, el resto del azúcar y dejamos hervir unos 5 min removiendo de vez en cuando, a continuación incorporamos la gelatina hidratada y escurrida y sin dejar de remover hasta que se haya disuelto totalmente. Colamos y dejamos enfriar.
Montamos la nata y le vamos añadiendo poco a poco la leche de coco ya fría hasta que se integre y por último la piña caramelizada. Vertemos la crema en el molde que tenemos reservado en el frigorífico con la cobertura de pistachos y dejamos cuajar mínimo 3 horas. ( Yo lo hice de un día para otro, así tenemos la seguridad de que estará cuajado del todo)
Para desmoldar metemos unos instantes en agua caliente, pasamos un cuchillo alrededor del contorno y la volcamos en un plato amplio. Decoramos con nata montada y unos pistachos enteros. Guardamos en el frigorífico hasta que la vayamos a servir.