Una tarta de yogur con la que creerás que estás comiendo una de queso tierna y jugosa. Tiene una base un poquito esponjosa y una cubierta un poco crujiente que hacen de esta tarta un bocado perfecto y super delicioso. Yo personalmente estoy enamorada de esta tarta. A mí las tartas de queso me apasionan, pero ésta nada tiene que envidiarlas. Os la recomiendo encarecidamente porque seguro que ¡os va a encantar!
Tarta de yogur
Ingredientes
Ingredientes de la base:
- 4 yemas de huevo
- 300 gr. harina de trigo común o de todo uso
- 100 gr. azúcar
- 190 gr. mantequilla sin sal (tiene que estar a temperatura ambiente)
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de esencia o extracto de vainilla
- 1 cucharadita de piel rallada de limón sin nada de blanco
- 1 cucharada de levadura química o polvo de hornear (levadura Royal)
- bandeja de 33 cm x 23 cm
- 2 hojas de papel de hornear
- azúcar glas (al gusto)
Ingredientes del relleno:
- 4 claras de huevo
- 150 gr. azúcar
- 400 ml. nata para montar o crema de leche para batir
- 500 gr. yogur natural sin azúcar (yo he usado yogur griego)
- 2 cucharadas zumo de limón
- 1 cucharadita de esencia o extracto de vainilla
- 50 gr. (5 cucharadas) harina de trigo común o de todo uso
Elaboración
Preparación de la base:Separamos las yemas de las claras en dos recipientes y reservamos las claras para el relleno. En un recipiente amplio ponemos la mantequilla que debe de estar blanda (a temperatura ambiente) y el azúcar.
Con varillas eléctricas batimos hasta que sea una mezcla cremosa durante unos 4 minutos. Añadimos la esencia de vainilla y batimos un poco más. Seguidamente añadimos las yemas una a una y batimos tras cada incorporación.
Una vez están todas las yemas bien integradas añadimos la ralladura de piel de limón y batimos un poco más rebañando bien el lateral del bol con una espátula.
Añadimos la harina, la levadura y amasamos con la espátula o las manos hasta integrarlo todo sin sobreamasar (sólo hasta que los ingredientes estén unidos). Formamos un cilindro con la masa y la partimos en 2 partes.
Una parte la envolvemos en papel film, la aplastamos para dejarla delgada y la dejamos reposar 30 minutos mínimo en la nevera. La otra parte la partimos en 3 partes en forma de cilindro, las envolvemos individualmente y las dejamos en el congelador mínimo 30 minutos.
Preparación del relleno:
En un recipiente amplio ponemos la nata o crema de leche y añadimos una cucharada y media del zumo de limón (reservamos el resto de zumo para más adelante). Mezclamos bien y dejamos reposar esta mezcla durante 10 minutos.
En un recipiente amplio batimos las claras con varillas eléctricas hasta que formen espuma. Seguidamente añadimos el resto del zumo de limón y seguimos batiendo hasta conseguir el punto de nieve flojo.
Añadimos el azúcar poco a poco y sin parar de batir seguimos durante 5 minutos hasta que sea un merengue firme. Pasados los 10 minutos de reposo de la nata le añadimos los yogures, el extracto de vainilla y mezclamos bien.
Seguidamente añadimos la harina poco a poco e integrando bien para que no se formen grumos. Por último añadimos el merengue poco a poco y lo integramos con movimientos envolventes. Una vez listo el relleno lo reservamos.
Preparación de la tarta:
Una vez que haya pasado el tiempo de reposo de la masa, la retiramos de la nevera y le quitamos el papel film. Ponemos un trozo de papel de horno sobre la mesa y colocamos la masa sobre el papel.
Cubrimos la masa con otro trozo de papel de horno y la estiramos con un rodillo hasta que quede de la medida de la bandeja que vamos a utilizar aproximadamente. Quitamos el papel de encima y con el papel que tiene abajo la pasamos a la bandeja.
Acoplamos bien la masa dentro de la bandeja (sólo cubriendo el fondo sin levantar por el lateral) y vertemos todo el relleno dentro de la bandeja. Lo repartimos muy bien sobre la base de masa.
Sacamos un trozo de masa del congelador y con un rallador por la parte más gruesa lo rallamos sobre el relleno. Haremos lo mismo con los otros 2 trozos de masa hasta cubrir bien toda la superficie.
Llevamos a hornear con el horno precalentado a 180ºC (360ºF) con calor arriba y abajo durante 30 a 35 minutos o hasta que esté bien doradita por encima. Es normal que veamos que sube y se raja por los laterales.Durante el enfriado se baja hasta la medida que tenía en crudo.
Una vez que la retiramos del horno la dejamos enfriar y después la pasamos unas horas en la nevera antes de servir. Para servirla la desmoldamos y la colocamos sobre la bandeja de servir.
Por último espolvoreamos bien por encima con abundante azúcar glas y lista para disfrutar.
¡Probarla, os va a encantar!