Torrijas de nata (crema de leche), tiernas y cremosas

Esta receta es tan fácil que las harás más de una vez, quedan unas torrijas tiernas y cremosas y con el sabor tradicional de siempre, ideales para merendar con la familia en los días de Semana Santa.

Ingredientes

  • barras de pan que esté duro 
  • 1 litro (4 tazas) de nata para montar o crema de leche para batir 
  • la piel de 1 limón 
  • 1 cucharada de esencia o extracto de vainilla 
  • unos palos de canela 
  • 3-4 huevos dependiendo de su tamaño 
  • abundante aceite de girasol o semillas (aceite de sabor neutro) 
  • azúcar para rebozar las torrijas (cantidad al gusto) 
  • canela en polvo para rebozar las torrijas (cantidad al gusto)

Elaboración

1 En una olla ponemos la nata, la canela en rama la piel del limón y la esencia de vainilla (opcionalmente podemos añadir 3-4 cucharadas de azúcar para que queden más dulces), calentamos a fuego medio hasta que hierva.

2 Una vez que comienza a hervir tapamos la olla y bajamos el fuego al mínimo, cocinamos durante 5 minutos, seguidamente apagamos el fuego y dejamos infusionar hasta que este templada.

3 Cortamos el pan en rebanadas de 2-3 centímetros de grosor, cuando la nata esta templada empapamos el pan en la nata y dejamos todas las rebanadas en recipientes planos y hondos, rociamos el resto de nata sobre las rebanadas de pan, dejamos reposar unos 15 minutos.

4 Ponemos abundante aceite a calentar a fuego medio alto y mientras se caliente el aceite batimos 3 huevos, cuando el aceite este caliente rebozamos la rebanada de pan en el huevo batido y las ponemos en la sartén, freímos por tandas de 4-5 a cada vez.

5 Damos la vuelta a las torrijas y las freímos hasta que estén doradas y veamos que se hinchan en el centro, las retiramos de la sartén y las dejamos en una rejilla o en un plato con papel de cocina.

6 Después de que hayan escurrido un poco y aun sigan muy calientes las rebozamos en la mezcla de azúcar y canela molida, después de rebozarlas en el azúcar con canela las dejamos en la bandeja de servir, y listas para disfrutar, las podemos comer calientes o frías.

¡Probadlo os va a encantar!

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