Dormitorio pequeño, sencillo y juvenil

Muchas veces, y sobre todo cuando tenemos una estancia reducida o pequeña, lo mejor es optar por la sencillez. Puede parecer que la decoración queda un tanto vacía o sin personalidad, pero en ciertas estancias, es mejor no recargar demasiado para lograr un ambiente más relajado, cálido y agradable.

En esta ocasión, tenemos un ejemplo que concretamente es un dormitorio juvenil. Se trata de una habitación pequeña que tiene un sencillo armario empotrado en una de las paredes laterales. Por suerte, dispone de bastante luz, ya que tiene un hermoso ventanal en la pared contraria al armario.

En cuanto a los colores, se ha optado por utilizar un color llamativo y alegre para darle vida y personalidad a la estancia. Todas las paredes están pintadas en un color beige claro, excepto una que está pintada en un amarillo. De esta manera, logramos darle vida y color pero sin ser demasiado llamativa la combinación de colores.

Para no recargar demasiado la estancia, se han dejado a un lado los muebles voluminosos y solamente se ha colocado una cama, una mesita de noche de forma redondeada y una composición de baldas en una estructura que recuerda a una escalera.

Gracias a la forma que tiene la mesita de noche, además de lograr que visualmente no se recargue más la estancia, también se logra darle un punto de modernidad al dormitorio. Con las baldas en forma de escalera, logramos un elemento decorativo y también tenemos unas prácticas baldas para dejar objetos y elementos sobre ellas.

En cuanto a las paredes, destaca el cabecero de tono más oscuro y en la pared contraría, y la menos vestida, un sencillo cuadro que le aporta un toque personal y fresco a la estancia. De esta manera tan sencilla, logramos que una habitación pequeña y con pocas posibilidades, se convierta en un dormitorio pequeño, sencillo y juvenil que invita al descanso y a la relajación.