El gran ventanas lo hemos vestido con estores blancos dejando pasar la luz exterior a la estancia.
A modo de cabecero, hemos optado por colocar unas viejas contraventanas de madera.
Con un poco de pintura, podemos reutilizar los muebles de madera y lograr que parezcan nuevos.
Para decorar las paredes, hemos optado por colgar algunos cuadros abstractos y coloridos.
Las puertas del armario las hemos pintado en un color azul, fresco y juvenil.
Logramos mayor luminosidad con unos fotos empotrados en el techo y pintando el techo de blanco.
Hemos creado una pequeña zona de descanso son un llamativo sofá amarillo.
Hemos reutilizado una de las piezas del mueble que teníamos para usar como mesita de noche.
Detalle del cabecero después de lijar ciertas zonas y dejar a la vista la madera de las contraventanas.